¿Cómo se valora la ética en un comunicólogo?

La realidad objetiva es todo aquello que sucede, lo real, lo que pasa, pero esta siempre será alterada, puesto que cualquier persona al enfrentarse a esta realidad, la adquiere como propia, pero la forma en que la adquiera dependerá de su percepción personal, y su percepción personal dependerá de su experiencia particular, entonces la información nunca pasa tal cual, de por sí, es alterada al ser apreciada, y los comunicólogos poco profesionales la manipulan con toda la intención de beneficio personal.
La carrera de ciencias de la comunicación tiene un deber especial en la sociedad, puesto que esta influirá de manera definitiva en un público, los comunicólogos tienen en sus manos las mentes de toda una cultura, una comunidad, y de nosotros depende en gran parte el desenvolvimiento y desarrollo de esta.
Un comunicólogo con ética siempre será una persona profesional, que muestre la verdad como es, y no la verdad como le conviene. Los medios de comunicación en la actualidad y a lo largo de los años, han sacado provecho de los privilegios con los que cuentan, si bien es cierto que tienen la cualidad de poder comunicar e informar también pueden alterar la información para crear otro efecto en el público.
Como es el caso de nuestras televisoras famosas Televisa y TV azteca, que sólo toman una parte de la realidad objetiva para formar una realidad subjetiva, esconden partes de los acontecimientos, agregan cosas, adornan otras, y la gente “mortal” que ve el televisor desde su casa ni por enterado se da de lo que sucede en realidad. Un comunicador con ética no se vende, ni vende a su pueblo por unos cuantos centavos, ni por alguno que otro beneficio, un comunicólogo con ética está al tanto de lo que pasa en su entorno, se mantiene informado y está dispuesto a aportar soluciones, además de brindar su apoyo.
Un comunicólogo profesional es sensible a los problemas sociales. Además de otros valores que se comparten con otras carreras o áreas profesionales como lo es saber trabajar en equipo, saber cooperar, aportar, incorporar nuevas ideas, ser una persona abierta, etc. incluso podríamos meter los típicos valores que después de todo, además de ser básicos en la vida cotidiana también son esenciales en la vida laboral, por ejemplo el respeto, la puntualidad, la tolerancia, etc.